La sonda europea Philae, que se posó sobre un cometa
distante 511 millones de kilómetros de la Tierra, encontró moléculas
orgánicas que contienen carbono, base de la vida en la Tierra, antes de
que se agotara su batería, dijeron científicos alemanes ayer.
La Agencia Espacial Europea (ESA) informó ayer que la
misión de la sonda madre Rosetta continúa tras el aterrizaje del
pequeño laboratorio Philae, que desde el sábado pasado está en estado de
reposo porque no recibe suficiente luz del Sol para cargar sus paneles
solares.
Para los científicos la superficie del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko
es muy diferente a lo que pensaban hasta ahora. La sonda termal Mupus
no pudo martillear la superficie del cometa debido a su dureza. "Aunque
se incrementó gradualmente la potencia del martillo, no lo pudimos
conducir a la profundidad del suelo", dijo el profesor Tilman Spohn del
Instituto de Investigación Planetaria del Centro Alemán de Navegación Aérea y Espacial.
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